Los ‘cachorros’ del PP, militantes del partido en su rama joven de Nuevas Generaciones, están rozando peligrosamente la inconstitucionalidad en innumerables manifestaciones gestuales y adhesiones a símbolos que deberían estar erradicados desde hace tiempo. No son la mayoría pero -y eso es lo preocupante- están ‘creando escuela’ con este tipo de comportamientos fascistas extemporáneos y retrógados.
El saludo brazo derecho en alto y con la mano abierta, fotografías con fondo de bandera pre-constitucional, declaraciones salidas de tono de apoyo a determinadas consignas, están comenzando a crear una crispación social que puede ser, cuando menos, delicada. No hemos de ser agoreros, ni catastrofistas, sin embargo esa tendencia de determinada juventud española es, cuando menos, denunciable desde cualquier foro democrático.
Con una celeridad asombrosa los dirigentes de NNGG del PP, y algunos ‘pesos pesados’ de la cúpula del partido de Rajoy ya han empezado su campaña de desmarque de estas conductas, señalando que en realidad se trata de ‘unos cuantos casos aislados sin importancia’…Y la oposición está escandalizada ante la proliferación de imágenes aparecidas de dirigentes y cargos públicos de Nuevas Generaciones del PP que revelan simpatías con gestos o símbolos asociados a la imaginería ultraderechista.
La mayor parte de los líderes del PP de Valencia se han mostrado bastante ‘comprensivos’ con estos episodios, pese a las críticas de la oposición y la indignación despertada después de que las imágenes hayan corrido como la pólvora a través de Internet. El presidente provincial y alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, se refirió a uno de estos actos como una ‘chiquillada’...
Si la Fiscalía no actúa de oficio, habría que plantearse, seriamente, presentar las correspondientes denuncias ante ella para que intervenga, y se condenen y sancionen estos usos de simbología fascista y trasnochada.
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© Antonio Fernández Ferrer
Entre los sauces 